El terrible infierno de los receptores del Ingreso Mínimo Vital: Sin reyes y sin esperanza.
Niños que hoy, descubrirán lo amarga y dura que es la vida. Lo injusta que es la Administración con las personas vulnerables y lo permisivo que es el sistema como los corruptos. Al igual que el poeta Miguel Hernández, hoy se quedarán con las «abarcas desiertas