Accidente Mortal de Helicóptero Reaviva el Debate sobre la Seguridad de las Líneas de Alta Tensión.

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El reciente accidente en Puçol, donde tres trabajadores perdieron la vida tras la colisión de un helicóptero con una línea de alta tensión, ha generado un intenso debate en la comunidad local y en la Plataforma Ciudadana constituida por ganaderos, agricultores extensivos o intensivos, turismos, ambientalistas y paisajistas. El incidente, ocurrido el pasado domingo 29 de septiembre, no solo dejó a tres víctimas mortales, sino que también puso en peligro a una mujer que estuvo a punto de electrocutarse cuando los cables desprendidos alcanzaron su vehículo. Este dramático suceso ha avivado las críticas sobre la seguridad de estas infraestructuras y ha dado munición a aquellos que se oponen a la instalación de nuevas torres de alta tensión en zonas rurales y urbanas.

Los Hechos del Accidente

El helicóptero accidentado, que realizaba trabajos de mantenimiento para Iberdrola, se precipitó al suelo después de colisionar con una línea de alta tensión cerca del Monte Picayo. Según los primeros informes, el sol habría cegado al piloto, dificultando la visibilidad de los cables en el momento del siniestro. El choque provocó que la aeronave quedara incontrolable y se estrellara en un huerto cercano. Trágicamente, los tres tripulantes fallecieron en el acto.

Además del helicóptero, los cables de alta tensión que se rompieron cayeron sobre un coche en movimiento, poniendo en grave riesgo la vida de una mujer que, gracias a la protección de los neumáticos de su vehículo, salió ilesa al evitar la conducción de la electricidad. El accidente también desató un pequeño incendio en la zona, que fue rápidamente controlado por los bomberos que acudieron al lugar.

La Reacción de Grupos Ecologistas y Ciudadanos

El grupo de ecologistas, ambientalistas, paisajistas, ganadores, agricultores, etc. Integrados en una plataforma ciudadana, han expresado su oposición a la instalación de torres de alta tensión en la región, no han tardado en difundir mensajes advirtiendo sobre los peligros asociados a estas infraestructuras. En un comunicado reciente, compartido por varios miembros del grupo, subrayan que estos accidentes son una señal de alarma sobre los riesgos inherentes a las líneas de alta tensión, especialmente cuando se encuentran cerca de zonas habitadas o áreas de tránsito.

El mensaje advierte a los propietarios de fincas y terrenos rurales sobre el peligro que supone permitir la instalación de estas “industrias peligrosas”, como califican a las torres eléctricas. Según los ecologistas, estos proyectos solo persiguen el «lucro de los fondos de rapiña» y ponen en riesgo a la población, el medio ambiente y los ecosistemas locales.

Seguridad y Prevención: Un Tema en Debate

Este accidente ha encendido un debate sobre la seguridad y la viabilidad de las líneas de alta tensión, particularmente en zonas pobladas o áreas de actividad agrícola. Mientras las autoridades insisten en que los protocolos de seguridad son estrictos, el incidente en Puçol pone de relieve las situaciones imprevistas y los posibles peligros a los que están expuestos tanto los trabajadores que operan en estas infraestructuras como los ciudadanos que viven o circulan cerca de ellas.

Los grupos ecologistas, además de enfatizar el riesgo para la seguridad humana, también destacan los impactos ambientales negativos que estas estructuras pueden tener en el paisaje natural y la biodiversidad. Las grandes torres y cables de alta tensión no solo alteran el paisaje, sino que también pueden afectar a la fauna, en particular a las aves que corren el riesgo de colisionar con los cables.

¿Un Modelo Energético Obsoleto?

El accidente en Puçol ha alimentado una crítica más amplia sobre el modelo energético actual y la dependencia de las líneas de alta tensión para el transporte de electricidad. Para muchos opositores, el incidente refleja la obsolescencia de un sistema que podría beneficiarse de alternativas más seguras y descentralizadas, como la energía solar o eólica en pequeña escala, que no requieren de grandes infraestructuras eléctricas ni implican el mismo nivel de riesgo.

En este sentido, la plataforma No a las Torres aboga por un cambio hacia un modelo energético más sostenible, argumentando que las líneas de alta tensión y las torres asociadas son “peligros innecesarios” en la era de las energías renovables.

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