Se «Acabó la Fiesta» de Alvise: La caída de un vendehúmo.

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Alvise Pérez: De Paladín Contra la Corrupción a Protagonista de un Escándalo Financiero

El discurso de Alvise Pérez, líder de Se Acabó La Fiesta (SALF) y eurodiputado, siempre ha girado en torno a la lucha contra la corrupción y la transparencia. Sin embargo, las recientes revelaciones que lo implican en una trama de financiación ilegal ponen en tela de juicio su integridad. Alvise, quien prometía limpiar la política y enfrentarse a las “mafias” del poder, parece haberse convertido en lo que tanto denunciaba: un actor más dentro de ese entramado oscuro y opaco que alimenta la corrupción en las instituciones.

El Chivatazo y los Favores Políticos

Según los audios filtrados, Alvise advirtió al empresario Álvaro Romillo, fundador de la empresa Madeira Invest Club (MIC), que estaba siendo investigado por la Guardia Civil. Esta acción, conocida coloquialmente como un «chivatazo», pone en evidencia una serie de favores personales que el eurodiputado ofrecía a cambio de dinero. Romillo, acusado de operar un presunto esquema piramidal con su empresa, financió la campaña del partido emergente «Se acabó la fiesta» con 100.000 euros en efectivo, una suma que, como revelan las filtraciones, Alvise utilizó para pagar juicios perdidos y financiar la campaña electoral que le llevó a obtener escaños en las elecciones europeas.

La conversación del 13 de septiembre, grabada en uno de los audios que ahora se encuentran en manos de la Fiscalía, es reveladora. En ella, Alvise Pérez no solo informa a Romillo de la investigación en su contra, sino que también acusa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de ser una «organización corrupta» controlada por «personas del Ibex-35». Esta narrativa, usada para justificar su cercanía con Romillo, no solo contradice su discurso público de lucha contra la corrupción, sino que también expone una estrategia de victimización para encubrir la falta de transparencia en su proceder.

Promesas de Influencia a Cambio de Dinero

El contenido de los mensajes deja poco margen para la interpretación: Alvise prometía influir políticamente a favor del empresario y su negocio en cuanto llegara al poder. El eurodiputado aseguró a Romillo que lucharía por la «libertad financiera» y contra el «saqueo fiscal» en Europa, comprometiéndose a hacer «lobby masivo». Estos audios revelan la naturaleza servil, manipuladora y corrupta de Alvise.

Tres días después de esta conversación, la empresa de Romillo, Madeira Invest Club, tuvo que cerrar por no poder cumplir con las altísimas rentabilidades que había prometido a sus inversores, lo que derivó en numerosas denuncias que han llegado hasta la Audiencia Nacional. Lo que en un principio parecía un simple apoyo a la «libertad financiera» ha resultado ser la defensa de un negocio con características de estafa piramidal.

Del Luchador Contra la Corrupción a Cobrador en B

Aún más preocupantes son las declaraciones recientes de Alvise Pérez en su canal de Telegram, donde, lejos de desmentir las acusaciones, confiesa haber cobrado los 100.000 euros en metálico de Romillo sin declararlos. Su justificación, que se defiende del “terrorismo fiscal” del Estado para evitar que «más de la mitad de los impuestos» se queden en manos del fisco, revela un grado de cinismo difícil de obviar. Alvise reconoce haber cobrado como autónomo sin emitir factura, una práctica que cualquier ciudadano común reconoce como trabajar en B, una de las formas más comunes de fraude fiscal.

Este comportamiento es especialmente grave viniendo de alguien que hizo bandera de la lucha contra la corrupción política. En lugar de representar la transparencia que tanto pregona, Alvise demuestra que sus prácticas empresariales y personales están lejos de ser ejemplares. ¿Qué credibilidad puede tener un político que se justifica abiertamente por no pagar impuestos y que llama a la insumisión fiscal?

La Transparencia, ¿Solo un Discurso Vacío?

Las promesas de combatir la corrupción, atacar a las élites políticas y promover la transparencia, que inicialmente calaron en sus seguidores, quedan ahora en entredicho. Alvise Pérez ha mostrado que su lucha no era contra el sistema, sino más bien una estrategia para hacerse con un trozo del pastel. En su narrativa, es el Estado quien roba a los ciudadanos, mientras él se presenta como un “defensor” de las libertades financieras y el empresariado. Sin embargo, lo que los recientes audios y mensajes dejan claro es que Alvise ha abrazado la corrupción que tanto criticaba, al recibir dinero de un empresario acusado de estafa, ofreciendo a cambio protección y favores políticos.

¿Un Futuro en la Política?

El eurodiputado de Se Acabó La Fiesta ya está sintiendo el peso de las acusaciones. Las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía y la magnitud del escándalo podrían poner fin a su carrera política. Mientras tanto, Alvise sigue defendiendo su postura con el discurso de siempre: que es un mártir de un sistema que está en su contra. Pero las pruebas que siguen saliendo a la luz pintan un panorama mucho más oscuro, en el que sus principios de honestidad y su combate a la corrupción han quedado sepultados por el dinero en efectivo y las promesas de poder.

Alvise Pérez ha caído en las mismas prácticas que criticaba: mentiras, promesas vacías y una evidente falta de ética. Lo que comenzó como un partido que luchaba por «acabar con la fiesta» de la corrupción ha demostrado ser una farsa, en la que su líder no ha hecho más que integrarse en el mismo sistema criminal que tanto criticaba».

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