La justicia bajo sospecha: «El nivel de fango en la Audiencia sólo es comparable al que deja una DANA» Afirma Antonio del Castillo.
Entre la impunidad y el amiguismo: el clamor ciudadano ante una justicia que parece mirar hacia otro lado.
El padre de Marta del Castillo, Antonio del Castillo, ha vuelto a alzar la voz contra la administración de justicia española, expresando su indignación ante las recientes decisiones judiciales relacionadas con el asesinato de su hija en 2009. Su mensaje, difundido en la red social X, pone de manifiesto una creciente desconfianza en la independencia y eficacia del sistema judicial, una preocupación compartida por colectivos como la Asociación Alianza Contra la Corrupción.
La última polémica surge tras la decisión de la Audiencia Provincial de Sevilla de desestimar una petición de aclaración de la sentencia que absolvía a «El Cuco» y a su madre, quienes, tras reconocer haber mentido durante el juicio, fueron inicialmente condenados por un juzgado de lo Penal. Sin embargo, en un giro inesperado, la Audiencia absolvió a ambos, lo que Antonio del Castillo calificó como un «nivel de fango comparable al que deja una DANA». Este comentario resume el sentir de muchas familias víctimas de la violencia y la corrupción, quienes perciben un sistema judicial opaco y, en ocasiones, cómplice.
El Clamor de las Víctimas
Desde la desaparición y asesinato de Marta del Castillo, su familia ha librado una batalla no solo contra los culpables, sino también contra lo que consideran una justicia ineficiente y politizada. Antonio del Castillo no ha dudado en señalar el «amiguismo» y la prepotencia de ciertos jueces, a quienes tilda de «dioses del Olimpo de toga negra». Sus palabras no son un caso aislado: forman parte de un sentimiento de frustración extendido entre ciudadanos que observan cómo escándalos de corrupción quedan impunes o se archivan sin consecuencias reales.
La Corrupción Sistémica en la Justicia
Alianza Contra la Corrupción, una organización que ha documentado varios casos de irregularidades judiciales y políticas, sostiene que la relación entre el poder judicial y la política en España compromete gravemente la confianza ciudadana. Casos como el de Isofotón o los fondos de formación en Andalucía ilustran esta problemática. Millones de euros desaparecidos, archivos injustificados y la inacción frente a redes clientelares son solo la punta del iceberg.
La organización señala a jueces vinculados a antiguos gobiernos del PSOE como responsables de decisiones controvertidas.
Por citar unos ejemplos, expuestos desde la asociación Alianza Contra la Corrupción: El juez Pedro Martín Izquierdo saltó a la palestra cuando el Partido Popular lo tuvo que recusar para que se apartara forzosamente de las causas de corrupción que le tocaron supuestamente de forma limpia según el turno de reparto, después de haber sido durante varias legislaturas Secretario General de Justicia en los gobiernos de Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz, y, sin embargo, él no apreciaba razones para abstenerse. Además, es un juez de los que imponen fianzas a las acusaciones populares que se quieren personar en las causas de corrupción, porque a su juicio se corre el riesgo de “judicialización” de la persecución de los delitos contra las arcas públicas, extraño razonamiento cuando la única vía para combatir la corrupción es la judicialización de la gestión pública porque hasta la fecha no se ha concebido aún otra manera de luchar contra los corruptos, a no ser que el señor Izquierdo Martín pretenda que la ciudadanía o los denunciantes contra la corrupción acudan a las oficinas públicas con un arma en la mano para obligar a políticos y funcionarios corruptos a no llevarse el dinero. Sin embargo, no se conocen declaraciones públicas del juez Izquierdo Martín en que critique o proponga medidas para que todos estos “fallos” judiciales de los que informamos en este medio no vuelvan a ocurrir. Además, las crónicas informan también que la Sección que él preside fue la máxima responsable de que la causa sobre el fraude de los fondos de formación se archivara cuando descartó que existiera una trama o concierto entre los funcionarios para el reparto arbitrario de los fondos públicos o que se repartieran de forma organizada a una red clientelar previa, y, por otro lado, desestimó la práctica de las diligencias para comprobarlo siquiera indiciariamente por prospectivas.
Esto choca frontalmente con su actuación en otros casos, como, por ejemplo, con el trato que les otorgan a los denunciantes de corrupción.
Otro juez de la misma sección que ahora archiva el caso Isofotón es el magistrado D. Francisco de Asís Molina Crespo, el togado que se hizo mediático por ser el juez que instruyó el caso Marta del Castillo. De la instrucción que realizó el juez Molina Crespo en dicho caso, solo se tradujo en la condena del autor confeso Miguel Carcaño. Mucho se analizó por qué en su momento de todos los acusados, al único que no decretó de forma inmediata libertad provisional sin fianza fue a Dª María García Mendaro, hija de un alto cargo provincial dentro del PSOE y miembro del Foro Campoamor con otras insignes integrantes socialistas como Susana Díaz, Amparo Rubiales o Carmen Hermosín. Para que luego se diga que la Justicia es ciega.
Sorprende que los mismos juzgados y fiscales tengan estos “fallos” tan graves y groseros en las causas de corrupción y, por otro lado, tengan ese trato tan antijurídico e inmoral con los denunciantes de corrupción.
Lagunas en el Sistema de Transparencia
Un problema recurrente en estas denuncias es la falta de herramientas para fiscalizar a jueces y fiscales. A diferencia de los miembros de los poderes ejecutivo y legislativo, quienes deben presentar declaraciones de bienes, el poder judicial carece de un mecanismo equivalente. Esto deja una laguna que dificulta detectar posibles conflictos de interés o actos de corrupción entre quienes dictan justicia.
Alianza Contra la Corrupción argumenta que esta falta de transparencia y rendición de cuentas fortalece un círculo de impunidad donde los poderosos, sean políticos, empresarios o miembros del propio sistema judicial, quedan protegidos. Mientras tanto, las víctimas y los denunciantes de corrupción enfrentan un trato que consideran antijurídico e inmoral.
Las Consecuencias para la Sociedad
El impacto de estas irregularidades trasciende lo jurídico: afecta la economía y la cohesión social. Estudios internacionales muestran que la corrupción aumenta la desigualdad y empobrece a las regiones donde prolifera. En Andalucía, una comunidad golpeada por repetidos escándalos de corrupción, los fallos judiciales cuestionables han minado la confianza en las instituciones y generado una sensación de abandono.
El caso Marta del Castillo es un símbolo de esta crisis. La incapacidad del sistema para encontrar el cuerpo de la joven, esclarecer completamente los hechos y castigar a todos los responsables refuerza la percepción de que la justicia no está al servicio de los ciudadanos, sino de intereses particulares y partidistas.
Una Urgente Reforma Reclaman desde Alianza Contra la Corrupción
Para evitar que situaciones como estas sigan ocurriendo, es imprescindible reformar el sistema judicial español. Esto implica no solo garantizar la independencia del poder judicial, sino también implementar mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. Asimismo, es necesario proteger a los denunciantes de corrupción y a las víctimas de crímenes violentos, quienes merecen un trato justo y eficaz por parte de las instituciones.
El grito de Antonio del Castillo y las denuncias de Alianza Contra la Corrupción son un llamado de atención urgente. La justicia no puede ser vista como un feudo inaccesible, sino como un pilar confiable de la democracia. Hasta que esto no sea una realidad, la sombra de la impunidad seguirá planeando sobre España.